Si eres mujer y nunca antes has hecho actividad física, no desesperes; siempre es un buen momento para comenzar. Si ya has consultado con tu médico personal y éste te ha dado el visto bueno para que arranques, no lo dudes. Pero antes, dale un repaso a nuestros consejos para la mujer que se inicia en el mundo de los ejercicios físicos.
1) Planea tu entrenamiento con anticipación:
La mayoría de los atletas varones concurren al gimnasio, si es que no se preparan para competir en algún deporte en particular, para ganar algo de masa muscular. Probablemente no sea ese tu objetivo, de modo que antes de concurrir y perder sesiones intentando ver de qué se trata el asunto del ejercicio, focalízate en tu objetivo: perder peso, aumentar tu tono muscular, tener una figura más bonita. Lo ideal es que unos días antes de tu primera sesión tengas una entrevista con alguno de los profesores del gimnasio para que te oriente y arme una rutina adecuada a tus metas. Sin guía, lo seguro es que sientas que vas a perder tu tiempo y dinero.
2) Contrata los servicios de un entrenador personal:
Un entrenador personal es la mejor manera de dar tus primeros pasos en el gimnasio. No siempre estamos en condiciones de pagar por uno, pero si lo estás no dudes en considerar el dinero que cuesten sus servicios como una inversión y no como un gasto. Si has conseguido a un compañero o compañera de entrenamiento para ir al gimnasio, puedes pagarlo a medias o negociar una rebaja en la tarifa para dos personas. Si definitivamente no puedes pagar por un entrenador personal, entonces haz uso de los profesores que el gimnasio debe proveerte, asegurando que su atención sea personalizada. Para ello, trata de concurrir en un horario en el que el gimnasio no se encuentre colmado.
3) Trata de concurrir con un compañero de entrenamiento:
Si puedes conseguir un compañero o compañera de entrenamiento para concurrir a las sesiones con él, sería magnífico, por una cantidad de razones: en primer lugar, el estímulo mutuo que pueden darse, sobre todo si alguno de ustedes siente deseos de abandonar tras las primeras sesiones. Luego, si tu compañero de entrenamiento está algo más avanzado que tú, significará un invalorable aporte de experiencia; si están al mismo nivel, pueden aprender juntos y corregirse mutuamente, siempre bajo la supervisión de un profesor. La compañía en el gimnasio es el mejor aliciente para no ceder a la pereza.
4) No olvides que la dieta y el descanso son fundamentales:
Si no acompañas tu actividad física con una dieta saludable, hipocalórica en el caso de que necesites bajar de peso, y una buena dosis de descanso que incluya al menos ocho horas de sueño diario, no estarás haciendo bien las cosas. Consulta a un nutricionista respecto de tu dieta y comienza tus sesiones de gimnasio con calma, sin pretender hacer en una semana lo que no has realizado en un mes. La paciencia y la constancia te llevarán mucho más lejos que el apresuramiento.
5) No existen ejercicios diferentes para hombres y para mujeres:
El gimnasio no debería ser un espacio para el sexismo; hombres y mujeres pueden realizar exactamente los mismos ejercicios, con los pesos relativos a la estructura física de cada quien. No te dejes intimidar por físicos enormes, grandes máquinas, barras cargadas hasta los topes y mancuernas gigantescas. Es el gimnasio el que debe adaptarse a ti y no tú al gimnasio.